En actuales tiempos la sociedad mexicana tiene bajo escrutinio el desempeño docente, lo anterior como resultado de la dinámica global y nacional en torno a la necesidad de formar ciudadanos cada vez más aptos para incomporarse al proceso productivo. La reforma educativa, y de manera más reciente la laboral demustran de manera tangible los tiempos de coyuntura en lo que a educación se refiere.
Me parece que las circunstancias antes mencionadas no son del todo malas, la actual exigencia en nuestro campo laboral nos pone en camino a mejorar el desempeño propio. En este sentido he desarrollado como proyecto personal el hacer uso de las TIC´S en la clase de Taller de Lectura y Redacción I
Representa un reto para los profesores de lenguaje y comunicación motivar a los alumnos a practicar la lectura, en este sentido, las redes sociales representan la oportunidad de convertirse en una vía a través de la cual se puedan tratar los contenidos históricos en un espacio que es común para el estudiante.
1. Dónde y a quién: contexto de la intervención
Colegio de Bachilleres del estado de Tlaxcala, plantel 05
2. Para qué: propósito de la intervención
Motivar la lectura, participación y reflexión en los alumnos a través de la utilización del blog como parte de las TICS.
3. Por qué: Justificación y alcance de la intervención
En tiempos actuales de reformas educativas y de una palpable globalización digital, es importante promover en los alumnos la lectura, y la reflexión crítica en temas de interés general, lo cual se vuelve más loable, si lo anterior se puede materializar a través de un medio digital en la red.
4. Fundamentación teórica: El Conectivismo de Goerge Siemens, quien propone una nueva teoría de aprendizaje que se encuentre contextualizada en el entorno de la era digital.
Ya en ocasiones anteriores, en este mismo espacio se ha hecho mención de que la literacidad ha cambiado de acuerdo al momento historico, la tecnología, la ideología, la cultura y demás elementos presentes en la lectura y escritura de la humanidad. La variedad de formatos, de escenarios, de dispositivos que hoy día existen, y que han hecho de nuestro contexto un crisol en terminos de la multimodalidad, hay que recalcar que la cronología de la humanidad nos ha llevado a lugares que solo la ficción pudo imaginar, dipositivos digitales que nos mantienen en contacto en tiempo real con todo el globo, hace tan solo 20 años estos escenarios hubieran sido inconcebibles, es en este sentido que los docentes debemos de adentrarnos en identificación de los géneros, con la intención loable de formar a alumnos funcionales en el marco de un mundo sumamente dinámico en el cual día a día los géneros se hacen más variados.
Las comunidades de práctica son comunidades que comparten actividades en común entre sus miembros, Etienne Wenger experto en comunidades de práctica hace mención que no todas las comunidades son necesariamente comunidades de práctica, y pone cómo ejemplo el caso de vecindarios donde aunque se comparte un espacio común, muchas de las veces no se comparten actividades laborales, intelectuales, entre otras. Las comunidades de práctica son grupos que se encuentran envueltos en un aprendizaje colectivo, el cual se encuentra contextualizado orientado hacia realizar una actividad común., tal y cómo pueden ser los alfareros de talavera de San Pablo del Monte, los pintores del Parian, Los artesanos de Contla, las comunidades científicas desenvolviendose en menesteres propios de sus disciplinas, entre otros.
Las comunidades de práctica tienen sus propios codigos, conductas, sus formas de aprender, enseñar, y en ese sentido perpetuar su grupo. En estos grupos el aprendizaje es integral, donde el contexto y los antecedentes culturales son preponderantes.
Resulta impresionante ver como en las comunidades de práctica los sujetos aprenden, al llevar acabo actividades propias de su grupo, lo hacen no pocas veces de manera informal, dicho de otra manera, no institucional como de manera tradicional se hace en la escuela.
El trabajo de Wenger tiene en gran medida una relación transversal con los trabajos no muy recientes de Silvia Scribner y sus trabajos etnográficos en la tribu de Vai
Es una realidad que hoy día la lengua escrita; como la llama Juan Manuel Fernandez Cardenas, ha cambiado en recientes tiempos, sobre todo a partir de la democratización de las tecnologías digitales, si bien es cierto que dentro de nuestras fronteras existen lugares altamente marginados, en nuestro país 32 millones de habitantes tienen acceso a internet, según La Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnologías de la
Información de mayo de 2010, llevada a cabo por el INEGI, cifra que es bastante significativa, aún y cuando seamos más de cien millones de habitantes, estamos hablando que gran parte de estos mexicanos están experimentado nuevas formas de escribir al estar utilizando un ordenador.
La historia de la humanidad cambio cuando las sociedades fueron capaces de desarrollar lenguaje escrito, esto les permitio dar un salto cognitivo importante al lograr construir procesos más complejos de abstracción, el desarrollo de cada tipo de escritua determino el destino histórico de cada pueblo. Goody (1968) hace mención que de manera tradicional el lenguaje escrito ha sido concebido como una actividad descontextualizada, como un instrumento tecnológico que solo sirve para desencriptar textos.
La lengua escrita es contextual, surge en el ambito de una sociedad, es producida por seres humanos que quieren comunicar ideas, ideologías, sentimientos, entre otros sentires, los mismos libros tienen destinatarios aun y cuando la retroalimentación no es inmediata. La escritura es contextual y con las actuales tecnologías pareciera que se vuelve aun más, la posibilidad de tener dispositivos moviles que nos mantienen conectados todo el tiempo, se vuelven una realidad tangible de la compleja actividad del escribir.
Hemos hablado bastante acerca de las diferencias existentes entre la tecnología del papel impreso y la pantalla de los ordenadores, de cómo la escritura y lectura se llevan a cabo de maneras distintas en estás tecnologías, sin embargo, somos testigos de cómo estás conviven en un mundo cada vez más digitalizado y al mismo tiempo más digitalizado.
Ahora bien, tenemos cierta experiencia en como leer y escribir en el papel; sobre todo quienes somos considerados inmigrantes en las tecnologías digitales, el problema ahora radica en aprender a escribir y leer en red, las posibilidades de está práctica son infinitas, como infinta es la red.
Hoy día el acceso a internet ya no parece ser tan complicado como lo resultaba ser apenas hece una década sin embargo no es tan facil como parece, leer y escribir es una práctica compleja, aún y cuando se tienen infinidad de recursos a la mano gracias a las bondades de la intertextualidad. Lo importante realmente radica en utilizar de manera constructiva las opciones que nos ofrece la internet.
Daniel Cassany en La Metamorfosis digital, hace mención de la necesidad de identicar el origen y calida de los textos encontrados en la red, en virtud de que aunque en apariencia hagan referencia a un mismo tema, sus origenes y propositos pueden ser muy diversos, Cassany nos propone una serie de estrategias para poder filtrar la información que realmente necesitamos.
Conocer los recursos que ofrecen los buscadores
atender al contexto de comunicación (autores, lectores, instituciones y medios, lugar y tiempo)
Atender a la naturaleza de la información
Analizar los vinculos externos de una web
Analizar el discurso
Situar el discurso
Adaptarse a cada género electrónico
Usar los recursos tecnologicos
ser original
ser estrategicos
Lo anterior nos hara mas competentes en el entorno de la red al tiempo de sacar el mayor provecho posible de este entorno digital. En el ejercicio de escribir, tenemos la posibilidad de generar textos autenticos, toda vez que no encontramos limitantes de formatos o patrones establecidos por una editorial, de utilizar textos multimodales, de contrastar textos de diversos origenes, y algo muy imortante de fomentar la cooperación ente géneros de escritura en la red, situación que definitivamnet coadyuvara en reforzar nuestros procesos reflexivos.
Parece que en en tiempos de una alta conectividad, la producción de textos ofrecidos de manera virtual cada vez es mayor, en este contexto es común que surgan posturas ante los cambios de paradigmas, lo cual no necesariamente debe ser considerado como una cuestión desdeñable , al contrario, la diversidad de posturas nos enriquece y nos proporciona un panoráma más amplio acerca de las bondades y desventajas ofrecidas por una nueva manera de leer y escribir.
Siguiendo la cronología de nuestras anteriores entradas, podriamos establecer dos posturas antagónicas con respecto a leer y escibir en tiempos de una digitalización global y una conectividad en la red a niveles y dimensiones realmente masivos. En estos tiempos es natural que existan las perspectivas escépticas, tal y como lo ha hecho ya desde hace algún tiempo el periodista norteamericano Nicholas Carr, quiern en su libro ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?(2010), reconoce las virtudes de esta era digital, sin embargo pondera de manera significativa que leer en internet interfiere y modifica nuestras estructuras cognitivas en lo correspondiente al ejercicio de leer y escribir.
En 2010 tuve una fractura por aquello de andar en la parranda, cómo dicen por ahí y por allá el alcohol no deja nada, como consecuencia de la fisura que tuve en mi perone izquierdo, tuve incapacidad médica de mes y medio, por lo cual tenía que estar de manera necesaria en mi casa; situación que me aburria, para ese entonces no tenía cuenta en facebook, decidi que era buen momento para tener una, fue un mes intensivo de ponerme al corriente en lo que se refiere a las redes sociales.
En Fb tuve la oportunidad de encontrar a gente que tenía tiempo no sabía de ellas, a dos años de distancia soy un asiduo visitante de esta red, me distrae incluso a veces más que la televisión, lo anterior resulta un poco complejo para mi, ya que debido a mi actividad laboral y al curso de posgrado que actualmente curso, tengo que hacer diversas lecturas, algunas de ellas las llevo a cabo en consultas que hago en la red, precisamente hace unos días estaba consultando alguna cuestión que tenía sobre mi clase de historia, para ser más específico acerca de Francisco Jose de Austria quien era emperador en el momento de la Primera Guerra mundial, encontre mucha información acerca del emperador, pero dentro del mismo texto encontre hipervinculos que hacían más rica mi consulta, no me parecio perdida de tiempo, sin embargo si debo de comentar, que esta consulta me llevo más del tiempo que me hubiera llevado realizarla de manera convencional en un libro.
Para ser honesto cuando debo de hacer una lectura a conciencia lo hago de manera tradicional, en el libro impreso, concentrandome, sin tener a la mano los distractores que te ofrece la red.
-Ventajas económicas de la producción y la distribución digital -Ahorro de papel, tinta, y transporte -precios más bajos - nuevas pantallas de alta resolución con mayor resistencia al trato físico (vizplex) -nuevos softwares que facilitan la navegación y el marcado de paginas, el subrayado de texto, ademas la posibilidad de poder realizar anotaciones en los margenes. -almacenamiento de cientos de libros en pequeños dispositivos
Brad Stone y Motoko Rich. The New York Times, "El libro electrónico está aquí para quedarse"
The New York Times January 29, 2010, 11:19 pm160 Comments
Amazon Pulls Macmillan Books Over E-Book Price Disagreement
Update | 7:01 p.m. Amazon relents and is selling Macmillan books again. Update | 2:39 p.m. Adding reporting from Motoko Rich, the Times reporter covering the publishing industry, on Macmillan’s side of the dispute.
As Venture Beat and other blogs have noticed Friday evening, books from Macmillan, one of the largest publishers in the United States, have vanished from Amazon.com.
The question is why.
I’ve talked to a person in the industry with knowledge of the dispute who says the disappearance is the result of a disagreement between Amazon.com and book publishers that has been brewing for the last year. Macmillan, like other publishers, has asked Amazon to raise the price of electronic books from $9.99 to around $15. Amazon is expressing its strong disagreement by temporarily removing Macmillan books, said this person, who did not want to be quoted by name because of the sensitivity of the matter.
Macmillan is one of the publishers signed on to offer books to Apple, as part of its new iBooks store. Its imprints include Farrar, Straus & Giroux, St. Martins Press and Henry Holt. The publisher’s books can still be bought from third parties on the Amazon site.
Apple, as we’ve reported before, will allow publishers more leeway to set their own prices for e-books. It’s not clear yet if publishers can withhold books from Amazon while giving them to other parties like Apple. I’ve spoken to two antitrust lawyers who say it could raise legal issues.
Motoko Rich, my colleague, spoke with a person who had a direct conversation with a person at Macmillan familiar with the conversations with Amazon. Macmillan offered Amazon the opportunity to buy Kindle editions on the same “agency” model as it will sell e-books to Apple for the iPad. Under this model, the publisher sets the consumer book price and takes 70 percent of each sale, leaving 30 percent to the retailer. Macmillan said Amazon could continue to buy e-books under its current wholesale model, paying the publisher 50 percent of the hardcover list price while pricing the e-book at any level Amazon chooses, but that Macmillan would delay those e-book editions by seven months after hardcover release. Amazon’s removal of Macmillan titles on Friday appears to be a direct reaction to that.
Macmillan has not yet returned a request for comment. Amazon refused to comment.
El Kindle es una tecnología digital desarrollada por Amazon, que permitirá al lector abordar de nuevos
Kindle Owners' Lending Library
Read for free. With Prime, Kindle owners can borrow any title from the Kindle Owners' Lending Library for free, as frequently as a book a month, with no waiting and no due dates. The Kindle Owners' Lending Library features over 180,000 titles, including all 7 Harry Potter books, and over 100 current and former New York Times best sellers.
El periodista y editor Jacob Weisberb, antaño escéptico ante el libro electrónico, ahora elogia al Kindle.
Curling Up With A Good Screen
Why should a civilization that reads electronically be any less literate than one that harvests trees to do so?
I'm doing my best not to become a kindle bore. when I catch myself evangelizing to someone who couldn't care less about the marvels of the 2.0 version of Amazon's reading machine—I can take a whole library on vacation! Adjust the type size! Peruse the morning paper without getting out of bed!—I pause and remember my boyhood friend Scott H., who loved showing off the capabilities of his state of-the-art stereo but had only four records because he wasn't really that into music.
So apologies in advance if I'm irksomely enthusiastic about my cool new literature delivery system. Like early PCs, the Kindle 2 is a primitive tool. And like the Rocket e-book of 1999 (524 titles available!), it will surely draw chuckles a decade hence for its limitations—the black-and-white display, its lack of built-in lighting and the robotic intonation of the text-to-voice feature. The marketplace will mutate and mature. Sony and Google have already announced a new challenge to Amazon's leadership. But however the technology evolves, Jeff Bezos has built a machine that marks a cultural revolution. The Kindle 2 signals that after a happy 550-year union, reading and printing are getting separated. It tells us that printed books, the most important artifacts of human civilization, are going to join newspapers and magazines on the road to obsolescence.
Though the PC and the Internet taught us all to read on screens, they have not actually improved the experience of reading. I remember Bill Gates, back in Slate's Microsoft years, mentioning in an interview that he read our Webzine printed out—a tribute that underscored an inherent flaw. For all their advantages in creating and distributing texts, screens have compromised, rather than enhanced, the feeling of losing oneself in a writer's universe. You can't curl up with a laptop. Until now, Gutenberg's invention had yet to be surpassed as the best available technology for reading at length, or for pleasure.
The Kindle is not better than a printed book in all situations. You wouldn't want to read an art book on one, or a picture book to your children, or take one into the tub (please). But for the past few weeks, I've done most of my recreational reading on the Kindle—David Grann's adventure yarn "The Lost City of Z," Marilynne Robinson's novel "Home," Slate, The New Yorker, The Atlantic, The Washington Post and The New York Times—and can honestly say I prefer it to inked paper. It provides a fundamentally better experience, and will surely produce a radically better one with coming iterations.
The notion that physical books are ending their life cycle is upsetting to people who hold them to be synonymous with literature, and terrifying to those who make their living within the existing structures of publishing. As an editor and a lover of books, I sympathize. But why should a civilization that reads electronically be any less literate than one that harvests trees to do so? And why should a transition away from the printed page lessen our appreciation and love for printed books? Hardbacks these days are disposable vessels, printed on ever-crappier paper, with bindings that skew and crack. In a world where we do most of our serious reading on screens, books may again thrive as expressions of craft and design. Their decline as useful objects may allow them to flourish as design objects.
As to the fate of book publishers, there's less reason to be optimistic. Amazon, which is selling Kindle books at a loss to get everyone hooked, will eventually want to make money on them. The publishers will be squeezed at best and disintermediated at worst. Amazon is already testing the idea of becoming a paperless publisher itself. It recently released a Kindle-only book by Stephen King. In the future, it could become the only publisher a bestselling author needs. In a world without the high fixed costs of printing and distribution, as the distance between writers and their audiences shrinks, what essential service will Random House and Simon & Schuster provide? If the answer is primarily cultural arbitration and editing, the publishing behemoths might dwindle while a much lighter-weight model of publishing emerges.
What we should worry about is that the current system supports the creation of literature, if grudgingly. There's a risk that what replaces it won't allow as many writers to make as good a living. But there's also a chance it could allow more writers make a better living. For newspaper journalism, the future looks bleak at the moment. As the economic model for daily reporting collapses, we're losing the support structure for large-scale newsgathering. At the same time, the Internet has radically expanded the potential audience of every journalist while bringing a new freedom to experiment and innovate. When it comes to literature, I'm optimistic that electronic reading will bring more good than harm. New modes of communication will spur new forms while breathing life into old ones. Reading without paper might make literature more urgent and accessible than it was before the technological revolution, just as Gutenberg did.