Pensar en la desaparición del libro es por demás escalofriante, la cultura occidental debe en gran medida su desarrollo tecnológico a la posibilidad de crear y registrar conocimiento a través del libro. Nicholas Carr nos ilustra de manera bastante adecuada las peripecias por las cuales ha tenido que pasar la letra escrita desde su creación hasta nuestros tiempos, en los cuales tuvo que
lidiar con detractores y nuevas tecnologías que nunca lograron substituirle, sin embargo hoy día la situación es harto distinta, es una realidad que vivimos en un tiempo en el cual la tecnología digital está presente en prácticamente todos los ámbitos de la vida, la red nos ha permitido alcanzar niveles realmente sorprendentes de conectividad global.
Los ordenadores y la internet nos han facilitado en gran medida nuestra cotidianeidad, hasta el grado de permitirnos leer libros y conservarlos en pequeños dispositivos, lo cual ha resultado de gran ayuda, sobre todo cuando comprar, imprimir, o fotocopiar un libro suele ser caro, lo interesante resulta en percatarnos de que la forma en la cual abordamos los libros está cambiando, tecnología cómo Kindle de Amazon, estan cambiando de manera radical, la posibilidad de hacer una lectura ya no lineal, sino en red, con infinidad de links a disposición de los lectores que permiten la posibilidad de hacer una lectura en comunidades
Está nueva tecnología solo es comparable con la imprenta de Gutemberg, en lo que a impacto se refiere, antes del libro los procesos cognitivos en la mente eran distintos, toda vez que la mente estaba estructura para procesos distintos a los que ahora relacionamos con una lectura a conciencia.
La lectura está cambiando, pasando de la hoja a la pantalla, de los margenes a los diversos links, ventanas y multitareas. los tiempos de la lectura absorta y profunda, se ven amenazados por las bondades de distractores que ofrece la red.
Resulta deseable considerar la posibilidad de que estas dos tecnologías convivan, es dificil imaginar que las personas ya no sean capaces de imaginar, de reflexionar, gracias a los maravillosos libros de papel, por otro lado la red seduce, aunque es verdad, como distrae; incita a chatear, a dar click, a darle al google, mientras uno intenta realizar el complicado acto de leer.
Muy interesante tu comentario Alex, me parece que tienes mucha razón y ojalá y ayudemos a las generaciones actuales a seguir la lectura de modo tradicional y también a utilizar el internet para cosas realmente importantes que ayuden a cumplir propósitos.
ResponderEliminarNo dejemos morir al libro impreso
ResponderEliminarEn lo personal, considero que tienes razón al proponer que estas dos tecnologías sean consideradas como dos herramientas que deben trabajar juntas, ya que de alguna manera, no solo fortalecen el ámbito individual de la lectura, sino también promueven el lado colectivo que proponen las nuevas tecnologías.
ResponderEliminarleer en pantallas puede resultar con un poco de distracciones, pero eso no quiere decir que no podemos desarrollar la habilidad para poder leer de manera on line,claro no olvidemos de los maravillosos libros impresos.
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